Qué es una almohada cervical y por qué es importante su posición

Una almohada cervical es un tipo de almohada diseñada para ofrecer soporte específico a la zona del cuello y la cabeza mientras duermes. Su principal objetivo es mantener la alineación adecuada de la columna vertebral, especialmente la región cervical, para prevenir o aliviar el dolor en el cuello y la espalda. La correcta posición de esta almohada es crucial, ya que puede influir en la calidad del sueño y en la salud general de la columna vertebral.

Cómo saber si necesitas una almohada cervical

No todas las personas necesitan una almohada cervical, pero si experimentas dolor o molestias en el cuello, hombros o parte superior de la espalda, podría ser una señal de que necesitas una. Aquí hay algunos indicios de que podrías beneficiarte de una almohada cervical:

• Dolor persistente en el cuello: si te despiertas con rigidez o dolor en el cuello, es posible que tu almohada actual no esté proporcionando el soporte adecuado.
• Problemas para dormir: si tienes dificultades para encontrar una posición cómoda para dormir debido a molestias en el cuello, una almohada cervical podría ayudar.
• Tensión en los hombros: el dolor en los hombros puede estar relacionado con la alineación incorrecta del cuello mientras duermes.
• Despertar cansado: la falta de un buen descanso nocturno puede estar relacionada con una mala postura al dormir.

Quiénes necesitan una almohada cervical

Diversos grupos de personas pueden beneficiarse del uso de una almohada cervical, aquí te dejamos los casos más comunes que llegan a Khama a consultar:

• Personas con dolor crónico en el cuello: aquellos que sufren de dolor cervical crónico pueden encontrar alivio con una almohada diseñada para mantener una buena alineación.
• Trabajadores de oficina: pasar muchas horas frente a una computadora puede llevar a una mala postura y dolor en el cuello.
• Deportistas: personas que realizan actividades físicas intensas a menudo experimentan tensión en el cuello que puede ser aliviada con el soporte adecuado.
• Personas mayores: la columna vertebral de las personas mayores puede ser más susceptible a problemas de alineación y dolor, por lo que una almohada cervical puede ofrecer un soporte adicional.

Tipos de almohadas cervicales

Existen varios tipos de almohadas cervicales, cada una diseñada para abordar diferentes necesidades y preferencias. Aquí te presentamos algunos de los tipos más comunes:

• Almohadas de espuma viscoelástica: se adaptan a la forma del cuello y la cabeza, ofreciendo un soporte personalizado.
• Almohadas con forma de contorno: tienen una forma ergonómica que ayuda a mantener el cuello en una posición neutra.
• Almohadas ajustables: permiten modificar la altura o la firmeza de la almohada según tus necesidades.
• Almohadas de látex: ofrecen un soporte firme y son duraderas, manteniendo su forma durante mucho tiempo.

Almohada cervical Sail de KHAMA 

La almohada cervical Sail tiene un núcleo de viscoelástica de firmeza media/alta y diseño ergonómico con una curvatura especial, que garantiza una postura correcta al dormir, previniendo los dolores cervicales y de la zona media de la espalda.

Es ideal para dormir boca arriba, aliviar las tensiones de los hombros y relajar los músculos de la zona cervical, ya que mantiene alineadas la columna y las vértebras del cuello.

Su núcleo de viscoelástica de gran efecto memoria no ejerce demasiada presión sobre la cabeza y favorece un sueño profundo y saludable. Este tipo de almohada puede ser especialmente útil para aquellos que buscan alivio de dolores cervicales o simplemente desean mejorar la calidad de su sueño.

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¿Cómo se coloca una almohada cervical?

Colocar correctamente una almohada cervical es fundamental para maximizar sus beneficios. 

1. Alineación del cuello: la almohada debe colocarse de manera que el cuello quede en una posición neutra. Esto significa que el cuello debe estar alineado con el resto de la columna vertebral, sin estar demasiado inclinado hacia adelante o hacia atrás.
2. Posición al dormir: si duermes de lado, la almohada debe llenar el espacio entre tu cuello y el colchón, manteniendo la cabeza y el cuello alineados con la columna vertebral. Si duermes boca arriba, la almohada debe ofrecer soporte en la base del cuello sin elevar demasiado la cabeza.
3. Ajuste de la altura: asegúrate de que la altura de la almohada sea adecuada para tu cuerpo y tus preferencias personales. Algunas almohadas cervicales permiten ajustar su altura o firmeza para una mejor adaptación.
4. Prueba y ajuste: tómate el tiempo para probar la almohada en diferentes posiciones y ajustar según sea necesario. La comodidad es clave para asegurar un buen descanso y aliviar cualquier dolor cervical.

Usar una almohada cervical correctamente puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu sueño y en la salud de tu cuello. Si tienes dudas, no dudes en ponerte en contacto con uno de los especialistas en descanso de KHAMA.