Dormir o descansar: esa es la cuestión

Aunque viajar siempre esté bien, no es lo mismo un viaje de trabajo que un viaje de placer. Igual que no es lo mismo dormir que descansar.

Como tampoco sienta igual de bien un plato de paella un lunes que un sábado, principalmente por el estado anímico de un día y del otro. Porque no es lo mismo levantar la vista y ver el viernes muy a lo lejos, que comer paella con un ojo puesto en la siesta —de pijama— que te espera al terminarte el plato. Acciones parecidas, pero con pequeños matices, pequeñas diferencias.

Sobre pequeños matices y pequeñas diferencias nos encontramos con el sueño y el descanso. No es lo mismo dormir que descansar. Se puede descansar sin necesariamente dormir y se puede dormir sin necesariamente descansar. Son dos estados diferentes.

¿Qué es el sueño?

El sueño es una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Un proceso biológico que ayuda a las personas a procesar nueva información, a mantenerse saludables y a rejuvenecer. 

Durante el sueño, el cerebro pasa por diferentes fases: NREM y REM; etapas que se alternan sucesivamente durante la noche, siendo la fase NREM la que representa un 75 % del sueño total y consta de fases de sueño progresivamente más profundo.

¿Qué es el descanso?

El descanso también es una necesidad biológica necesaria para la salud de las personas. Es el momento del día en el que no hay actividad física, aunque esto no implique tener que estar necesariamente dormido.

El momento del día que dedicamos a la pausa en el trabajo, en el cese de la actividad deportiva o ese momento de reposo y placer mental que te otorga un buen libro recostado en la cama. O simplemente no hacer nada en el sofá. El “nadismo” como concepto moderno. El momento de relax como anglicismo ya interiorizado y socialmente aceptado.

¿Se puede descansar mientras duermes?

En efecto, esto es lo que deberíamos conseguir. Al dormir conseguimos una total relajación y una distensión muscular. Solo al dormir nuestro sistema inmune se regenera, se fortalecen nuestras conexiones neuronales y nuestro cerebro se “limpia” y elimina toxinas.

Para dormir bien y descansar a la vez, es decir, lograr un estado de relajación y bienestar completo, hay muchos factores que pueden influir. Moderar la actividad física, una habitación que invite a la relajación, seguir una rutina de horario… y tener un buen colchón, entre otras. Seguro que la última no la habías visto venir.